miércoles, 2 de febrero de 2011

ASCENSIÓN. Lc 24,50-53.

50 Después los condujo fuera hasta las inmediaciones de Betania y, levantando las manos, los bendijo.
51 Mientras los bendecía, se separó de ellos y se lo llevaron al cielo.
52 Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén llenos de alegría.
53 Y estaban continuamente en el templo bendiciendo a Dios.


EXPLICACIÓN.

Último acto, la bendición, prenda del don del Espíritu. Tanto el verbo separarse como llevárselo al cielo corresponden a la escena de la ascensión de Elías (2 Re 2,9-11). La vuelta a Jerusalén (sentido sacral, diverso de "Jerosólima", que denota la ciudad de Jerusalén sin connotaciones religiosas ni políticas), de donde Jesús los había sacado (v.50), y la frecuentación del templo (19,46: "cueva de bandidos") hacen ver que los discípulos no han roto aún con las categorías religiosas de Israel. Esta incomprensión aparecerá claramente en el libro de los Hechos.

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