martes, 23 de noviembre de 2010

PARÁBOLA DEL RICO NECIO. Lc 12,13-21.

13 Uno de la multitud le pidió:
- Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.
14 Le contestó Jesús:
- Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?
15 Entonces les dijo:
- Mirad, guardaos de toda codicia, que, aunque uno ande sobrado, la vida no depende de los bienes.
16 Y les propuso una parábola:
- Las tierras de un hombre rico dieron una gran cosecha.
17 Él se puso a echar cálculos:
- ¿Qué hago? No tengo donde almacenarla.
18 Entonces se dijo:
- Voy a hacer lo siguiente: Derribaré mis graneros, construiré otros más grandes y almacenaré allí todo mi grano y mis provisiones.
19 Luego podré decirme: "Amigo, tienes muchas provisiones en reserva para muchos años: descansa, come, bebe y date a la buena vida".
20 Pero Dios le dijo:
- Insensato, esta misma noche te van a reclamar la vida. Lo que tienes preparado, ¿para quién va a ser?
21 Eso le pasa al que amontona riquezas para sí y no es rico para con Dios.


EXPLICACIÓN.

Jesús se niega a ser árbitro en el litigio de herencia, expresión de codicia o apego al dinero (6,20). Aviso a la multitud (15) y parábola que lo ilustra (16-20). Falsa seguridad de la riqueza, incapaz de garantizar la continuidad de la vida. Atesorar para sí, lo contrario de la generosidad (11,33-36). Para Dios es rico quien se desprende de lo que tiene (21: cf. 12,33s).

No hay comentarios:

Publicar un comentario