miércoles, 22 de diciembre de 2010

EL MESÍAS, ¿HIJO/SUCESOR DE DAVID? Lc 20,39-44.

39 Intervinieron unos letrados:
- Bien dicho, Maestro.
40 Porque ya no se atrevían a hacerle más preguntas.
41 Pero Jesús les preguntó a ellos:
- ¿Cómo dicen que el Mesías es sucesor de David,
42 si David mismo dice en el libro de los salmos:

"Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
43 mientras hago de tus enemigos
estrado de tus pies"? (Sal 110,1).


44 De modo que David lo llama Señor; entonces, ¿cómo puede ser sucesor suyo?


EXPLICACIÓN.

Ante la aprobación de los letrados (fariseos), Jesús se encara con ellos (39-41). Punto neurálgico de la expectación mesiánica: la calidad del Mesías (cf. Is 11,1: Jr 33,14-18). Hijo/sucesor de David, vse. Mc 12,35-37. En Lc 1,32 se afirmaba que Jesús sería heredero de David, su padre/antepasado, pero él mismo será "Hijo del Altísimo", "Hijo de Dios" (1,32.35). El prototipo del Mesías no es, pues, David, sino Dios mismo.

En la cita de Sal 110,1, Dios aparece como defensor de su Mesías (cf. Sal 2,1-6); se repite así el tema de la intervención divina y de la ruina de los adversarios (cf. 19,41-44; 12,16). La restauración de la gloria de Israel como pueblo separado del resto de la humanidad y con hegemonía sobre ella no pertenece al plan de Dios. El particularismo judío es contrario a ese plan, y la expectación mesiánica del sucesor de David, una ilusión.

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