viernes, 22 de octubre de 2010

JUAN Y JESÚS: LA MISIÓN. INVESTIDURA PROFÉTICA Y PREDICACIÓN DE JUAN. Lc 3,1-20.

3 1 El año quince del gobierno de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide y Lisanio tetrarca de Abilene,
2 bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, un mensaje divino le llegó a Juan, el hijo de Zacarías, en el desierto.
3 Recorrió entonces toda la comarca lindante con el Jordán, proclamando un bautismo en señal de enmienda, para el perdón de los pecados,
4 como está escrito en el libro del profeta Isaías:


Una voz clama desde el desierto:
"Preparad el camino del Señor,
enderezad sus senderos:
5 que todo valle se rellene,
que todo monte y colina se abaje,
que lo torcido se enderece,
lo escabroso se allane,
6 y vea todo mortal la salvación de Dios"
(Is 40,3-5)

7 A las multitudes que iban saliendo para que los bautizara, les decía:
- ¡Camada de víboras! ¿Quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?
8 Así que producid los frutos propios de la enmienda y no empecéis a deciros: "Tenemos por padre a Abrahán"; porque os digo que de estas piedras Dios es capaz de sacarle hijos a Abrahán.
9 Además, el hacha está ya tocando la base de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y echado al fuego.
10 Las multitudes le preguntaban:
-¿Qué tenemos que hacer?
11 Él les contestó:
-El que tenga dos túnicas, que las comparta con el que no tiene, y el que tenga que comer, que haga lo mismo.
12 Llegaron también recaudadores a bautizarse y lo preguntaron:
-Maestro, ¿qué tenemos que hacer?
13 Él les dijo:
-No exijáis más de lo que tenéis establecido.
14 Incluso solados le preguntaban:
-Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?
les dijo:
-No extorsionéis dinero a nadie con amenazas; conformaos con vuestra paga.
15 Mientras el pueblo aguardaba y todos se preguntaban para sus adentros si acaso Juan era el Mesías,
16 declaró Juan dirigiéndose a todos:
-Yo os bautizo con agua, pero llega el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para desatarle la correa de las sandalias. Él os va a bautizar con Espíritu Santo y fuego.
17 Trae el bieldo en la mano para aventar su parva y reunir el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará en un fuego inextinguible.
18 Así, con largas y diversas exhortaciones, anunciaba al pueblo la buena noticia.
19 Pero el tetrarca Herodes, acusado por él del asunto de Herodías, mujer de su hermano, y de todos los crímenes que había cometido el dicho Herodes,
20 dio remate a todo encerrando en la cárcel a Juan.


EXPLICACIÓN.

Segunda sección del Evangelio (3,1-4,44). Juan y Jesús: la misión. Lc esboza el programa de la misión de Juan Bautista (3,1-20) y de Jesús Mesías (3,21-4,44), mostrando el papel precursor de Juan y la superioridad de Jesús.

En 1-20. Misión de Juan y compendio de su actividad hasta su prisión. Solemne cronología civil y religiosa: Lc sitúa en la historia la intervención de Dios para dar su mensaje a Juan (cf. Jr 1,1) (1s). Anás aunque depuesto, sigue ejercitando el poder supremo (lit. bajo el sumo sacerdote, en singular). Misión de Juan, anunciada a su padre (1,16s) y descrita por éste (1,76-79). Hacía tres o cuatro siglos que no se oía la voz de un profeta. Bautismo (3), inmersión que simbolizaba la muerte a un pasado y el comienzo de una vida nueva: enmienda, cf. Is 1,17. El texto de Is 40,3-5 (4-6) se refería al éxodo de Babilonia, en que Dios guiaría al pueblo a través del desierto; la actividad de Juan Bautista prepara, pues, un nuevo éxodo, una nueva liberación de la esclavitud. Identifica al Señor con Jesús (4: sus senderos). Salvación para la humanidad entera (6, cf. 2,30-32).

Responden tres grupos: a) multitudes judías (7-11), b) los excluidos de Israel (12s), c) soldados paganos (14). A las multitudes, tremenda invectiva: camada de víboras (7), agentes de muerte, corrupción general de la sociedad judía. Anuncia un castigo inminente. La pertenencia a Israel no garantiza la salvación; la promesa a Abrahán fue gratuita y Dios puede extenderla a otros (de estas piedras); alusión a la llamada de los paganos; ha terminado el privilegio de Israel (8).

Según Juan, un juicio distinguirá entre los que se enmienden y los que sigan practicando la injusticia (9). La enmienda es de índole ética y social; no consiste en observar la Ley, sino en compartir lo que se tiene (11, cf. V.5: nivelación). Segundo grupo (12s), impuros, marginados; Juan los acoge; no les pide que dejen su profesión, a pesar del estigma que llevaba encima, sino que dejen de explotar al pueblo. Tercer grupo (14), que no se acerca al bautismo (paganos); evitar la injusticia.

Pregunta popular sobre el papel de Juan (15). El pueblo, término técnico en Lc para designar a Israel, comprende la multitud y los recaudadores 8cf. 7,29). El bautismo de agua no es el definitivo (16). Desatar la correa (cf. Mc 1,7): se anuncia el tema del Esposo, la nueva alianza. Doble efecto del bautismo del Mesías: bautismo/juicio. Para los que se arrepienten, infusión de vida divina (espíritu); para los que no, castigo, destrucción total (fuego inextinguible, cf. Is 66,24).

Se pensaba que el Mesías había de castigar a los enemigos de Israel (17); para Juan, Dios no distingue entre judíos y paganos: de todos exige solidaridad; su falta será motivo de castigo. Pero Jesús no se presentará como juez (cf. 7,18-20).

La actividad de Juan, buena noticia para Israel (18), interrumpida por la intervención de Herodes. Enfrentamiento con el poder 8cf. 1 Re 21,17ss). La reacción del poderoso no es la enmienda, sino la violencia (19s).

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