63 Los hombres que tenían preso a Jesús le daban golpes burlándose de él.
64 Tapándole los ojos, le preguntaban:
- Adivina, profeta, ¿quién te ha pegado?
65 Y lo insultaban de otras muchas maneras.
EXPLICACIÓN.
63-65. Los esbirros pretenden ridiculizar la fama de profeta que tenía Jesús entre el pueblo (7,16; 9,7s.29).
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