miércoles, 19 de enero de 2011

PREDICE LAS NEGACIONES DE PEDRO. Lc 22,31-34.

31 ¡Simón, Simón! Mira que Satanás os ha reclamado para cribaros como el trigo,
32 pero yo he rogado por ti para que no llegue a faltarte la fe. Y tú, cuando te conviertas, afianza a tus hermanos.
33 Él le repuso:
- Señor, contigo estoy dispuesto a ir incluso a la cárcel y a la muerte.
34 Replicó Jesús:
- Te digo, Pedro, que no cantará el gallo antes que hayas negado tres veces que me conoces.


EXPLICACIÓN.

31-34. Simón Pedro, en nombre de todos, había identificado a Jesús con el Mesías nacionalista de la expectación popular (9,20). A pesar de la explicación de Jesús (9,21s), los discípulos siguen aferrados a esa idea mesiánica. Ésta dará pie a la tentación, y es Pedro el que se encuentra en mayor peligro.

Jesús lo llama por su nombre (31: Simón, Simón; cf. 10,41: "Marta, Marta", figura de los Doce), no por el sobrenombre; la repetición subraya la importancia del aviso. Satanás, el poder y su ambición (cf. 22,24), encarnados en el mesianismo nacionalista. Cribar, separar el trigo de la paja. Las tentaciones que han fallado con Jesús se dirigen ahora contra el grupo de discípulos, intentando destruirlo. Judas ya ha sido vencido (22,3).

La oración de Jesús pretende conseguir que el espíritu nacionalista de Pedro no acabe prevaleciendo sobre la adhesión a él. Afianzar a los hermanos (32) en la adhesión a Jesús. El momento de la prueba será el de la pasión y muerte de Jesús, cuando todos van a fallar.

Pedro no acepta el aviso; quiere mostrar que no necesita que Jesús ore por él (33). Ante su presunción, Jesús lo llama por el sobrenombre (34: Te digo, Pedro/piedra, cf. 6,14), que retrata su obstinación. Tres veces, negación total y definitiva; la oración de Jesús no consigue evitar su defección. Sólo el amor indefectible de Jesús lo rescatará de ella (22,61s). La plena conversión de Pedro requerirá un largo proceso (22,54-62; Hch 10,11-16; 11,5-10; 12,11.17).

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