martes, 25 de enero de 2011

TRAICIÓN Y PRENDIMIENTO. Lc 22,47-53.

47 Aún estaba hablando cuando apareció gente: el llamado Judas, uno de los Doce, iba en cabeza y se acercó a Jesús para besarlo.
48 Jesús le dijo:
- Judas, ¿con un beso entregas al Hombre?
49 Dándose cuenta de lo que iba a pasar, los que estaban en torno a él dijeron:
- Señor, ¿atacamos con el machete?
50 Y uno de ellos atacó al criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.
51 Jesús intervino diciendo:
- Dejad que lleguen hasta eso.
Y, tocándole la oreja, lo curó.
52 Entonces dijo Jesús a los sumos sacerdotes, a los oficiales del templo y a los senadores que habían ido a prenderlo:
- Habéis salido con machetes y palos, como a caza de un bandido.
53 Mientras a diario estaba en el templo con vosotros, no me pusisteis las manos encima. Pero ésta es vuestra, la del poder de las tinieblas.


EXPLICACIÓN.

47-53. El beso de Judas (47) provoca la reacción de Jesús: bajo la amistad se esconde la traición (48); entregar al Hombre, traicionar todo valor humano. Los discípulos están dispuestos a la lucha (cf. 22,38); intento de defensa violenta (49), detenido por Jesús. Cortar la oreja al siervo/representante del sumo sacerdote (50), intento de destituir al detentador de un sacerdocio ilegítimo (cf. Éx 29,20; Lv 8,23); la curación (propia de Lc) (51) muestra que Jesús no pretende tomar el puesto de la institución judía.

Presencia de las autoridades (52, cf. 22,4). Bandido designaba a los nacionalistas violentos (cf. 6,15: Simón el Fanático). Jesús ha venido para liberar a los que viven en las tinieblas/opresión (cf. 1,79). La hora/muerte de Jesús pondrá fin a la hora de las tinieblas; su victoria permitirá salir de su dominio. Lc no menciona la huida de los discípulos (53).

No hay comentarios:

Publicar un comentario